Revista N &T -Divulgación científica

¿Fósiles marinos en la cima del cerro Otto?


Diversos estudios dan cuenta de que Bariloche estuvo sumergida en agua salada de mar. La presencia de caracoles, almejas, erizos y corales respaldan esta teoría. Un recorrido por la historia.

Es bastante frecuente que barilochenses y turistas que recorren las montañas y las playas de la región se acerquen al Museo Paleontológico de Bariloche consultando por extrañas formas y colores que hallaron dentro de las rocas.

Muchas de estas rocas revelan la presencia de caracoles, almejas, erizos y corales que evidencian que en algún momento, la región de Bariloche estuvo sumergida en agua salada de mar. Analizando detenidamente estas formas fósiles dentro de la roca, los afortunados descubridores asienten con la evidencia indiscutible de que se trata de organismos marinos, pero seguidamente se quedan atónitos al pensar que, para que estos fósiles existieran, el nivel de mar debería haber pasado por arriba de la cima del cerro Otto (o lo que es aún más impresionante que la cima del cerro Otto sea el fondo de un gran mar).

¿Es que el nivel del mar puede haber subido tanto en períodos de tiempo de hace millones de años, simulando un evento de diluvio universal? o es que alternativamente, ¿los depósitos marinos del fondo del mar fueron transportados al lugar que hoy se encuentran en la cima de una montaña?

Los estudios geológicos y paleontológicos en la región evidencian que ninguna de estas dos preguntas es correcta. Varios estudios sobre el nivel de los mares indican que aún en aquellos momentos de máximo calor en la Tierra (cuando no existían glaciares ni hielo ni siquiera en los polos), todo el agua en estado líquido en los mares del mundo, no llegaría a superar en 100 metros el nivel del mar actual. Si consideramos que Bariloche se encuentra a 800 metros sobre el nivel del mar, podemos estar seguros de que por más catástrofes que puedan ocurrir en el mundo o que podamos ver en alguna película taquillera, jamás el mar llegará a Bariloche (al menos en los próximos millones de años hacia adelante).

Pero entonces, ¿cómo es que podemos encontrar fósiles marinos en Bariloche?

Los geólogos y paleontólogos sabemos que los procesos de cambio de los paisajes pueden tomar mucho tiempo (millones de años). Hoy existen diversas formas para saber la edad de las rocas, saber la especie animal que el fósil representa es una. También se puede saber la edad de formación de una roca al analizar los elementos radioactivos que poseen algunos cristales dentro de ellas. Mediante estos métodos sabemos que las rocas marinas que se hallan en Bariloche son de un rango de tiempo que van de los 20 a 30 millones de años.

En ocasiones, el movimiento de las placas tectónicas hace que regiones de grandes proporciones se muevan a lugares remotos, por ejemplo la India se movió desde Antártida hasta chocar con Asia, o nosotros mismos (América del Sur) nos separamos de África a una velocidad promedio de 3 cm. por año (aunque en un terremoto grande podemos movernos varios metros en poco tiempo). Pero sabemos que las rocas marinas en Bariloche siempre estuvieron aquí (no fueron transportadas grandes distancias).

El estudio de los fósiles marinos en nuestra región, ha permitido saber que las aguas marinas que bañaban las costas de Bariloche, en realidad, eran del océano Pacífico. Las especies de los océanos de uno y otro lado de Argentina son muy diferentes.

En base a los estudios geológicos también sabemos que la Cordillera de los Andes para ese momento del tiempo geológico (correspondiente a lo que denominamos Oligoceno Tardío y Mioceno Temprano), no tenía las elevaciones que hoy conocemos. Y entre volcanes de pequeña altura (uno de ellos el Cerro Leones, en la salida hacia el Río Limay), el mar ingresaba hasta cubrir la región de Villa La Angostura, Bariloche, El Bolsón y llegó a Esquel.

El estudio paleontológico de fósiles de cangrejos tipo Paromola y corales solitarios hallados en la región de el Río Foyel y Península Llao Llao, ha permitido reconocer especies muy raras de fondos marinos de alta profundidad. La presencia de estos organismos permite saber que la región de Bariloche se encontraba sumergida a más de 200 metros abajo del nivel del mar (condiciones de oscuridad y temperaturas frías).

Pero, seguimos sin entender ¿cómo es que ahora encontramos las rocas y los fósiles en la cima del cerro Otto?

Lo que ocurrió posteriormente al gran desarrollo de un mar epicontinental (por encima del Continente Sudamericano), fue aún más espectacular. Luego de depositarse una importante cantidad de sedimentos en el fondo de una gran cubeta marina (preservando los fósiles que hoy conocemos), el aumento en la velocidad de convergencia (choque) entre la placa tectónica del Pacífico con la Placa Sudamericana, realizó un fenómeno orogénico de tamaño descomunal. Se elevan gigantescas montañas desde Tierra del Fuego hasta Colombia. La región de Bariloche también lo hace, lo cual provoca un retiro del mar y genera que lo que antes era el fondo marino, se eleve a más de 2.000 metros por sobre el nivel de mar y comience un lento proceso de meteorización y erosión que genera las montañas. Si bien en términos geológicos esto pasó rápidamente, en realidad tomó 20 millones de años en dejar las rocas donde hoy las vemos. Las rocas marinas de la cumbre del Cerro Otto son evidencia de que ese fondo marino fue sobreelevado hasta los 1800 metros de altura y posteriormente la erosión alrededor del cerro produjo la forma que tiene hoy.

Fenómenos climáticos y de erosión en los últimos 3 millones de años y 10.000 años, generar una acumulación de nieve de formidables proporciones, en lo que se conoce como la Edad de Hielo. Gigantescos glaciares bajaban desde lo más alto de las montañas produciendo anchos valles glaciarios en los cuales hoy se encuentran todos los grandes lagos de nuestra región. Estos grandes glaciares arrastraron como monumentales topadoras todas las rocas que hoy faltan alrededor del cerro Otto (que antes eran continuas con el Cerro Ventana y el Catedral).

Existen evidencias que demuestran que aún por encima del cerro Catedral ocurrían más de 1000 metros de estas rocas marinas, pero que los glaciares se las han llevado en su movimiento continuo hacia la región del Río Limay y el Río Pichileufu, pero eso pertenece a otro momento de la historia geológica de la región de Bariloche.