La transecta

Tendencias y proyecciones frente al cambio climático y la actividad antrópica de ecosistemas Norpatagónicos de cara al 2100

El sudoeste de Argentina constituye la región con mayor población de la región andino-patagónica y las instituciones públicas municipales, provinciales y nacionales poseen demandas concretas frente a cambios perceptibles en los ecosistemas terrestres y acuáticos del área. Por otra parte, la sociedad percibe que frente al cambio climático y las crecientes actividades antrópicas los ecosistemas son afectados, aunque carece de herramientas para evaluar la magnitud de esos cambios.

 

Los funcionarios se hacen eco de estas demandas de la sociedad generando políticas paliativas o protectoras de los ecosistemas utilizando los principios de precautoriedad. Todas estas demandas y requerimientos de la sociedad requieren del asesoramiento científico que sólo pueden aportar los estudios de líneas de base y tendencias ecosistémicas de largo plazo. En tal sentido, el INIBIOMA (CONICET -UN Comahue) posee una ubicación estratégica para la solución de estos problemas demandados por la sociedad.

 

Actualmente gran parte de los antecedentes de estudios de generación de líneas de base ambientales, monitoreo de ecosistemas sostenido en el tiempo y estudio de tendencias ecosistémicas en el norte de la Patagonia han sido ejecutados por investigadores del CONICET pertenecientes al actual INIBIOMA. Sin embargo, uno de los escollos más importantes ha sido la falta de una infraestructura básica, logística y de recursos humanos específicos abocados a la toma, procesamiento y almacenamiento de los datos en forma sistemática y estandarizada. Por esta razón, se considera una oportunidad de excelencia para que el CONICET lidere estos estudios predictivos frente al cambio climático y al incremento de la actividad antrópica de ecosistemas Patagónicos.

 

El presente Proyecto tiene como objetivo general montar y sostener en el tiempo un Programa Integral de Estudios de Largo Plazo en el NO de Patagonia que permita sentar líneas de base de indicadores sociales ambientales y ecosistémicos clave de cambio global, detectar tendencias y realizar proyecciones de estados ligadas a los procesos de cambios globales que están dando y/o se esperan para el presente siglo.

 

Para ello se propone ubicar a lo largo de una transición de biomas representada por lo que denominamos la Transecta Sudoeste 2100 (en adelante TSO2100) una serie de sitios, paisajes o regiones a ser monitoreados en lo que respecta a procesos ecológicos o estados del ecosistema identificados en la literatura o por estudios piloto previos como sensibles a forzantes de cambio global. Se priorizan variables, funciones o estados del ecosistema que directa o indirectamente (por ej. a través de efectos sobre la biodiversidad) impacten sobre la provisión servicios a la sociedad.