Leonardo se recibió de Biólogo en la Universidad Nacional de Luján hace más de una década. En los últimos años de su carrera universitaria, atravesó la disyuntiva entre la concepción más académica de la ecología y la resolución de problemas socio-ambientales. Esta disyuntiva lo hizo permeable a otras áreas de la biología. Se impresionó al cursar las asignaturas de biología molecular, tanto en el Instituto Leloir con los doctores Luis A. Quesada Allué y Mariano Álvarez, como en el Instituto de Genética del INTA Castelar con el doctor Raúl Ríos, donde estos docentes lo inspiraron.
En su vida comenzaron a entrelazarse las pasantías de genética, donde elaboraban transgénicos de alfalfa y soja, con las ayudantías de campo en Patagonia, buscando huillines y visones americanos en los ríos y lagos andinos, y colaborando en estudios de comportamiento del guanaco en la estepa. En ese entonces, le parecía difícil acoplar las interesantes metodologías del laboratorio con el entusiasmo que le generaba trabajar en el terreno. Para su sorpresa, las corrientes pasadas lo conducirían a recorrer nuevos senderos: el investigador Adonis Giorgi, que ya lo conocía, le propuso trabajar sobre la dinámica de nutrientes y el metabolismo ecosistémico en los arroyos pampeanos. Con ese estudio, se doctora en la Universidad Nacional del Comahue.
Conocer la Patagonia
Ya habiéndose relacionado con la Patagonia durante sus experiencias previas y habiendo finalizado su doctorado, decide radicarse en San Martín de los Andes e iniciar su posdoctorado estudiando biomarcadores moleculares en la trucha arcoíris para la detección de contaminación por petróleo, bajo la dirección del doctor Carlos Luquet. El trabajo experimental lo realizó en el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN) en Junín de los Andes, el de campo en la cuenca del Río Ñirihuau (donde hay una vertiente contaminante de petróleo) en la ciudad de Bariloche y, gracias al apoyo del doctor Juan Guillermo Cárcamo, los análisis de laboratorio los realizó en la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.
Al cabo de un tiempo, el Grupo de Investigación en Eco-Fisiología de Fauna Silvestre (GIEFAS), incorporó a Leonardo para que desarrolle el área de Genética en la conservación y comportamiento de guanacos, uniéndose como Investigador Asistente de CONICET al equipo de trabajo integrado por Pablo Carmanchahi, Pablo Gregorio, Antonella Panebianco y Antonela Marozzi. Este grupo ha desarrollado líneas de investigación relacionadas con la fisiología, ecología, el comportamiento y los estándares de bienestar animal pertinentes al aprovechamiento sustentable de las poblaciones de guanacos silvestres, en el contexto de estimular la conservación de esta especie mediante un cambio de su percepción social. Dado el enfoque aplicado e interdisciplinario de las investigaciones del GIEFAS, Leonardo ha logrado unir sus intereses académicos que parecían divididos. Como parte de sus desafíos profesionales como investigador de CONICET, espera terminar de montar el laboratorio de genética y fisiología del GIEFAS para contribuir tanto a la investigación de la fauna silvestre como a la comunidad, mediante el ofrecimiento de servicios de análisis de ADN humano.