Divulgación científica
Interatéridos, pequeños mamíferos extintos de Río Negro
Interatéridos, pequeños mamíferos extintos de Río Negro
Durante los últimos 50 millones de años, se desarrolló en América una fauna muy peculiar de mamíferos, con formas muy raras, que no existió en ningún otro lado.
Por Ari Iglesias* y Bárbara Vera+
Este fin de año se ha publicado un nuevo trabajo sobre un grupo muy particular de mamíferos que habitó el territorio de Río Negro, conocido íntegramente por su registro fósil, es decir, representa hoy un grupo extinto.
Durante los últimos 50 millones de años, se desarrolló en América del Sur (con un registro muy especial y abundante en Argentina) una fauna muy diversa y peculiar de mamíferos, con formas muy raras, que no existió en ningún otro lado del mundo.
Uno de los grupos más diversos y numerosos de esta fauna sudamericana fueron los Notoungulata, nombre que refiere a los mamíferos herbívoros con pezuñas (Ungulata) completamente extintos del Hemisferio Sur (Noto); es decir, habitaron exclusivamente en Sudamérica, dominando las faunas de mamíferos durante gran parte del Cenozoico. Hoy no existe en la actualidad, ningún otro grupo emparentado con ellos, aunque sí con características o formas externas similares (lo que se denomina analogía).
Se conocen más de 400 especies reunidas en 13 familias de notoungulados que desarrollaron un amplio abanico de formas y tamaños corporales, desde grupos semejantes a un ratón hasta otros similares a los hipopótamos o incluso a los elefantes. A pesar de esta gran diversidad de formas, los notoungulados comparten ciertas características comunes: fueron herbívoros, se paraban sobre cuatro patas apoyando solo sus uñas (como hoy lo hacen los caballos, las cabras y los tapires) y una dentición muy particular especializada según el tipo de vegetación de la que se alimentaban.
Parecidos pero no …
Una de estas familias de notoungulados corresponde a los Interatéridos, mamíferos herbívoros y con pezuñas, similar a un tapir actual, pero mucho más pequeños en tamaño corporal, llegando a pesar entre 2 y 8 kg; es decir, una masa corporal similar a la de una liebre o vizcacha. Incluso diversas opiniones consideran que tenían un rol ecológico (forma de vida) similar ala de algunos roedores, pero claramente no lo eran!
Se conocen interatéridos en rocas de todo América del Sur, siendo un grupo ampliamente muy distribuido en el continente, desde Colombia hasta la provincia de Santa Cruz, en el extremo sur de Patagonia, y adquirieron la mayor diversidad de formas entre los 15 a 10 millones de años atrás.
Afortunadamente, se han encontrado muy buenos ejemplares que han permitido reconstruir prácticamente todo el esqueleto de estos mamíferos. Los dientes de algunos interatéridos podían crecer casi continuamente, lo que los paleontólogos denominan dentición pseudo-hipsodonta (palabra complicada si la hay), típica de animales que comen pasturas como los caballos o las vacas actuales. Incluso algunos otros podrían haber sido muy buenos cavadores de extensas madrigueras, utilizando sus miembros delanteros y poderosas garras.
La historia en Río Negro
Si bien el grupo de los Interatéridoses muy conocido principalmente en distintos sitios del sureste de Patagonia, su registro en el la región Andina no había sido estudiado en profundidad. Los nuevos fósiles descritos por los Paleontólogos argentinos de CONICET: Bárbara Vera, Marcelo Reguero y Laureano González-Ruiz, fueron hallados en distintos yacimientos fosilíferos de las provincias de Río Negro (Río Chico, Comallo yPilcaniyeu), Neuquén (Río Collón Cura) y Chubut,y abren un nuevo panorama en la historia de este extraño grupo de mamíferos.
Las rocas donde fueron hallados indican una edad de aproximadamente 15 millones de años; es decir, estos particulares ungulados habitaron el suelo rionegrino muchos cientos de miles de años antes que los primeros cérvidos parientes del huemul o el pudú cruzaran a América del Sur a través del istmo Centroamericano.
Los fósiles hallados poseen una preservación espectacular, con detalles que no se conocían para estas especies, incluyendo características del cráneo y del esqueleto. Fueron preservados en sedimentos de cenizas volcánicas, en suelos que indican que toda la Patagonia gozaba de verdes praderas y sábanas similares a las que hoy existen en África, pero con periódicos eventos de sepultamiento por la explosión de volcanes (vivieron durante la máxima velocidad de alzamiento de la cordillera).
Los materiales fósiles que se dan a conocer en este trabajo permitieron reconocer una nueva especie de Protypotherium, una forma herbívora de mediano tamaño, mejorar el conocimiento sobre otra especie de este género y estudiar las relaciones de parentesco entre todos los representantes del grupo (lo que se denomina filogenia).Varios de los fósiles se encuentran resguardados en el Museo Paleontológico Bariloche y pueden ser observados en sus exposiciones.
La desaparición de los Highlander
Si bien la historia del grupo de los Interatéridos y de todos los Notoungulados es extensa, habiendo existido por más de 40 millones de años en América el Sur, y distribuyéndose por todo en continente en variadas regiones y climas, los paleontólogos sabemos muy bien que grandes grupos sucumben ante pequeños cambios (por ejemplo, climáticos). La historia se repite y grupos tan diversos y grandes como los dinosaurios, jamás conocieron un mamífero de talla mayor a un ratón.
De la misma forma, los Notoungulados no sobrevivieron a un evento importante, el cual no era esperado para un tranquilo Continente-Isla como fue América del Sur. Entre los 9 y 5 millones de años, las micro-placas continentales de Centroamérica pusieron en contacto terrestre los continentes de América del Norte y el de América del Sur; y ocurrió un evento de intercambio faunístico gigantesco, que los paleontólogos denominan GABI (Gran Intercambio Biótico Americano). La fauna de América del Sur pudo llegar al norte y viceversa, pero este intercambio no fue simétrico, ya que fueron muchos más los “invasores” desde el Hemisferio Norte que los que emigraron desde el sur
Ocurrió que grandes y pequeños grupos de mamíferos debieron comenzar a competir por la comida y el espacio. Este intercambio un fue abrupto, pero culminó con la extinción de numerosos animales, tanto en el Norte como en el Sur, y uno de los últimos mamíferos en atravesar por el pasaje de Centroamérica fue el hombre.
Los Interatéridos que parecían ser un grupo de “Highlanders” (inmortales durante millones de años), sucumbieron al igual de todos los Notoungulados (grandes y chicos). Es muy probable que compitieran en su rol-ecológico con los nuevos inmigrantes: roedores como las vizcachas y las liebres patagónicas; y muchos otros herbívoros pastadores que también llegaron desde el norte como los ciervos, llamas, guanacos, jabalíesy hasta elefantes.
Publicado en ANBariloche
* Paleontólogo del INIBIOMA (CONICET-UNCO)
+ PaleontólogadelIANIGLA (CONICET-Mendoza)