Día del Árbol

La importancia de los árboles es básica y fundamental: nos permiten respirar

"Los árboles son refugio de vida" la investigadora del CONICET Marina Stecconi reflexiona en el marco del Día del Árbol.


Bosque de Coihues Foto: Marina Stecconi

Los árboles tienen numerosas virtudes, pero hay una que todos/as seguramente hemos podido experimentar y vivenciar; sentir la frescura que nos brinda su sombra en un día caluroso. La referencia histórica nos cuenta que desde hace muchos años los árboles han sido ponderados por sus cualidades, y desde principios de 1900 se celebra en Argentina este día para destacar la importancia e impulsar su cuidado y protección.

En este marco la doctora en biología Marina Stecconi, investigadora del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA, CONICET – UNCo), destaca la necesidad de preservarlos, no sólo porque brindan servicios ecosistémicos fundamentales para el desarrollo de la vida, sino que generan un ambiente distinto, atraen biodiversidad, protegen el agua como recurso vital  y mejoran nuestra calidad de vida.

El árbol es un ser vivo, que tiene numerosos procesos internos, son reguladores hídricos y son modificadores del clima, no es lo mismo tener un bosque que no tenerlo “si llueve los árboles son como esponjas que absorben el agua, la acumulan y la van liberando a la atmósfera, como chimeneas de vapor de agua y así cumplen la función de protectores y reguladores de las cuencas hídricas”, sostiene la investigadora. El cuidado de las cuencas es fundamental y de eso se ocupan los árboles, ellos permiten estabilizar el suelo, prevenir inundaciones, erosión y deslaves. Muchos de los problemas ambientales que tenemos en nuestro país se hubieran evitado conservando los bosques de la zona.

Stecconi además integra el Grupo de Arquitectura de plantas en el INIBIOMA (CONICET – UNCo) y el Departamento de Botánica de la Universidad Nacional del Comahue. Las especies con las que más trabajaron son del género Nothofagus, que son los árboles dominantes en los bosques andino patagónicos. Una parte del trabajo de campo de la tesis doctoral la hizo en el Cerro Otto en la ciudad de Bariloche, “en esas salidas de campo descubrimos un árbol híbrido entre Ñire y Coihue que llamamos Ñirehué, del cual no había registro y es el único híbrido entre una especie con hojas deciduas (Ñire) y otra siempreverde (Coihue) de Nothofagus en ambiente natural. Esto fue una novedad ya que se trata del primer registro en el mundo. Estos híbridos son semideciduos, tienen follaje de colores otoñales en invierno, con un gran potencial ornamental y son buenos candidatos para plantar en espacios urbanos”, explica Stecconi.

En esas salidas de campo observó también cómo avanzó la tala del bosque nativo en alrededores de Bariloche y así comenzó a involucrarse en las problemáticas ambientales y el avance de la ciudad sobre el bosque nativo. De esta manera, desarrolla parte de su trabajo en espacios consultivos tales como la Comisión de Arbolado Público de Bariloche, la cual está conformada por distintos especialistas que intentan asesorar al municipio sobre el manejo y cuidado de los árboles urbanos para su preservación y mejoramiento, de acuerdo a las ordenanzas vigentes.  También, organizan actividades de divulgación y difusión con la comunidad educativa y la sociedad “es relevante celebrar el día del árbol, para tomar conciencia de la importancia que tienen desde distintos aspectos. Son seres increíbles, muy generosos que no solo brindan servicios y productos esenciales, sino que también convivimos con los árboles, son refugio de biodiversidad, mejoran nuestra calidad de vida,  nuestra salud y  bienestar. Los árboles tienen un rol fundamental en nuestra vida cotidiana”.

A su vez, se resalta que los árboles tienen una gran capacidad de resiliencia, es decir, la capacidad de recuperación frente a disturbios. En ese sentido, son organismos sésiles, se adaptan al clima y ambiente del lugar y por su característica longeva despliegan estrategias para vivir en diversas condiciones ambientales, incluso las más adversas. Stecconi expresa “actualmente, estamos trabajando en un proyecto de investigación con especies rebrotantes de los bosques andino-patagónicos, son las primeras que rebrotan cuando sucede un disturbio como los incendios y a partir del ambiente que generan esos rebrotes pueden crecer otras especies desde  semillas, lo cual hace un efecto nodriza para su protección”.

La inteligencia de las plantas ha resuelto su subsistencia como ser vivo y a través de sus mecanismos para crecer en geografías muy distintas y en circunstancias hostiles como los incendios forestales, el cambio climático, la erupción de volcanes, entre otras.

Los árboles son organismos modulares, tienen la capacidad de “reconvertirse” a lo largo de la vida ya que todo el tiempo crecen e interactúan con el ambiente. Sin embargo, también son seres vulnerables que forman parte de un ecosistema y no pueden recuperarse después de algunas alteraciones antrópicas, es decir las causadas por la actividad de las personas.

Por María Eugenia Ghio  y Mariela Méndez  - Área de Comunicación CONICET Patagonia Norte.