El hallazgo fue realizado en febrero de 2018 por Fernanda Tazzin, una guía de turismo que trabaja en la zona y que al identificar una planta que le pareció no habitual se puso en contacto con Parques Nacionales. A su vez, esta institución aplicó un protocolo para identificar la especie y erradicarla. Para ello se pusieron en contacto con investigadores de CONICET en el INIBIOMA y del Departamento de Botánica de la Universidad Nacional del Comahue en Bariloche. La especie exótica se la caracterizó morfológica y genéticamente para confirmar la determinación y de esta manera saber qué medidas de conservación se iban a tomar. Si se trataba de una especie exótica, de erradicación y si era nativa, de conservación.
Los estudios concluyeron que se trataba de Drosera rotundifolia, una planta carnívora del hemisferio Norte con potencial invasor, que se alimenta de insectos y es conocida como “atrapamoscas”, además posee un impacto negativo en los ambientes naturales, en particular porque fue identificada en una zona de alto valor de conservación en el Parque Nacional Nahuel Huapi, en la turbera que se encuentra en Puerto Blest.
La investigadora de CONICET en el INIBIOMA e integrante del Departamento de Botánica de la Universidad Nacional del Comahue en Bariloche, Romina Vidal Russell, sostuvo que “por el momento se controló totalmente la especie exótica y no se puede hablar de una complicación real porque se actuó rápidamente, de no haber sido así y se expandía por la turbera podría haber traído consecuencias negativas y competiría con la flora nativa. Siempre una especie exótica tiene un impacto sobre la flora y fauna del ambiente.”
De esta experiencia nació la iniciativa de dictar un seminario en el marco del ciclo de seminarios del Laboratorio Ecotono. Romina, junto Gloria Fernández Cánepa (Parque Nacional Nahuel Huapi, APN) Cecilia Núñez (Dirección Regional Patagonia Norte APN) y Cecilia Ezcurra (Dep. de Botánica, INIBIOMA, CONICET/UNCo) brindaron la charla a la que asistieron guías de turismo, especialistas de diversas instituciones y público en general. Allí contaron cómo fue detectada y el protocolo que se implementó para identificarla, así también las tareas que se llevan a cabo para controlarla.
Una vez más, la interacción entre las instituciones y la sociedad fue vital para actuar y tomar todas las medidas necesarias para erradicar la planta carnívora. Sobre esto la especialista concluyó que “cada uno aporta desde su conocimiento para proteger el área que nos rodea”.
INIBIOMA y CRUB