Una bióloga de Bariloche podrá monitorear al abejorro patagónico
Recibió subsidios de National Geographic para seguir de cerca al “mangangá”, en peligro de extinción. Su proyecto compitió con iniciativas de todo el mundo.
La bióloga barilochense Marina Arbetman, investigadora del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), recibió dos subsidios de la fundación National Geographic para llevar adelante proyectos de monitoreo de poblaciones del “mangangá”, el único abejorro nativo de la Patagonia y en peligro de extinción.
Este tipo de convocatorias están abiertas a investigadores de todo el mundo, lo que las hace enormemente competitivas.
La inquietud del grupo Ecología de la Polinización del Inibioma en Bariloche apunta a determinar si la constante importación de abejorros europeos está llevando a los abejorros patagónicos a la extinción.
Arbetman señaló que este tipo de estudios podría aportar nuevas evidencias científicas para que “los tomadores de decisiones de Argentina y Chile impulsen medidas concretas para frenar esta invasión y comenzar a restaurar las poblaciones del mangangá, el abejorro más austral del mundo”.
Respecto a la selección de los proyectos, agregó que “en el contexto de ajuste que hemos estado atravesando, se trata de tener la posibilidad de investigar temas importantes con una connotación económica para el país. Es hacer lo que uno sabe sin limitaciones”.
El primer proyecto de investigación que resultó seleccionado por National Geographic consiste en monitorear las poblaciones de abejorros desde el norte de Neuquén hasta Tierra del Fuego. Se trata de saber si disminuyeron y si hay lugares donde antes estaban y ya no. El estudio también se realizará en la zona de la selva valdiviana en Chile.
“Vemos menos abejorros y en menos lugares. Con el dinero podremos hacer muestreos durante toda la temporada que va de fines de octubre hasta principios de abril. Queremos saber cuántos individuos hay y comparar esto con registros previos”, recalcó Arbetman.
El problema comenzó con la importación de abejorros exóticos por parte de Chile a partir de 1997 para polinizar distintos cultivos. Esta especie logró niveles de abundancia en esta zona que no se registran en Europa, aseguran los especialistas.
“Con una buena polinización, se puede aumentar el rendimiento de los cultivos. Entonces, en sitios donde aparentemente la gente creía que faltaba polinización, compraron abejorros exóticos sin evaluar los impactos”, detalló la bióloga pero acotó que “cada nuevo año cuando se introducen miles de colmenas también se introducen miles de parásitos”.
El segundo proyecto seleccionado por National Geographic consiste en monitoreos de las poblaciones de insectos mediante el sonido.
La iniciativa comenzaría la próxima temporada y abarcará a otros grupos de investigación de Estados Unidos y Chile. “Es algo así como colocar micrófonos en las flores y evaluar si a través de los sonidos se pueden diferenciar a las especies”, puntualizó Arbetman.
Por Romina Roncarolo
Publicado en Diario Río Negro